Apenas dos meses después del final de la temporada 4 de Westworld, HBO ha pillado a todos por sorpresa anunciando la cancelación de la serie, que por tanto quedará inconclusa. Y decimos que ha sido una sorpresa porque, en el que quedará ya como su último capítulo, todo parecía indicar que la trama estaba encarándose a una temporada final, que era cuestión de un último estreno que zanjara todos los misterios y conflictos abiertos. El día del Juicio Final estaba cerca.
Es innegable que la serie se había ido dejando su esencia inicial con cada nueva temporada, su original y atrevido planteamiento de la temporada 1 poco tenía ya que ver con las enrevesadas tramas futuristas de las últimas entregas. Como muchos señalaron, ese fue el motivo principal por el que muchos de sus seguidores se quedaron por el camino, desencantados por la sensación de estar viendo una serie distinta, aunque con caras conocidas.

Aun así (o precisamente por ello), para todos los que todavía seguíamos la lucha por el poder y la libertad de anfitriones y humanos, supone toda una decepción que, después de 6 años, HBO haya decidido apretar el botón de apagado, dejándonos con tantas preguntas sin responder. Cuando parecía que faltaba tan poco… Lamentablemente, una vez más la cadena americana ha demostrado que los tiempos en los que la producción de grandes series perseguía otros fines más allá de la obtención de una enorme rentabilidad económica forman parte del pasado.
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